Terra Natura Benidorm recibe la llegada de un águila calva americana

Esta ave de presa participará, a partir del verano, en la demostración de aves rapaces que realiza diariamente el parque                           

El parque de ocio y naturaleza Terra Natura Benidorm ha recibido la llegada de un águila calva americana (Haliaeetus leucocephalus) que se suma a las más de 80 ejemplares de su aviario. Cheyenne, que es como la han llamado sus cuidadores, participará el próximo verano en la demostración de vuelo de aves rapaces que cada día se realiza el parque.

Este ejemplar de águila calva americana tiene tres años, pero no alcanzará la madurez hasta dentro de dos más, momento en que su cabeza se teñirá entera de color blanco. Tiene un peso de seis kilos y mide 2,30 metros de envergadura, su máximo tamaño. Sus cuidadores destacan de ella su buen carácter.

Cheyenne ha pasado a formar parte del aviario del parque junto a 80 aves de 15 especies diferentes entre las que destacan el águila real, el águila rapax, el águila de harrys, el milano negro, los halcones, los buitres leonados o los búhos entre otros. Terra Natura Benidorm es el único parque de Benidorm donde poder observar todas estas especies protegidas. Los visitantes podrán conocer a Cheyenne a partir de mañana de 13.00 a 14.00 horas junto a su instalación.

El águila calva americana es un animal que habita en América del Norte, desde México hasta el sur de Canadá y Alaska. Su presencia es habitual en estos paisajes donde se las suele ver posadas e inmóviles. Vive una media de entre 20 y 30 años, en cautiverio viven aún más tiempo, hasta los 60 años. Son aves de carácter solitario que suelen robar a las águilas pescadoras cuando estas han capturado una presa. Su dieta habitual va desde truchas y salmones a perdices. Curiosamente tienen la capacidad de nadar cuando se sienten amenazadas o se ahogan.

Esta especie era considerada sagrada en muchas culturas nativas americanas, sus plumas eran ornamentos para tocados o ritos religiosos. Tanto este tipo de águila, como el resto de las que conviven en el continente americano se consideraban mensajeros espirituales de los dioses.