Esta obra artística alberga 6 terrarios con la colección de urodelos y anfibios del parque y en ella vemos desde los gallipatos y el sapo partero balear de nuestra fauna, a varias especies de las ranas de Madagascar.
El “Muro del camaleón”, en la cueva de KITUM, pretende impresionar con el exótico colorido de la naturaleza para despertar el necesario cambio hacia la preservación del planeta y su biodiversidad.
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Viernes, 11 de agosto de 2017.- BIOPARC Valencia nos sorprende estos días con un mural de arte escondido en la cueva de KITUM. Con él nos sucede como con muchos de los asombrosos animales que acogen los recintos del parque, nos impresiona sobre aspectos de la naturaleza que, en muchos casos, nos resultaban desconocidos. Tras contemplar la majestuosidad de los elefantes o los hipopótamos en la única visión subacuática de España, un impacto de color llama la atención de nuestra vista y al acercarnos descubrimos una preciosa pintura artística.
El mural es un llamamiento desde el arte a la conservación de este grupo animal al que el cambio climático y las actividades humanas están afectando especialmente, poniendo a muchas de sus especies en grave peligro. En un estudio Coordinado por la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y difundido por la revista Nature, se alerta que las zonas que contienen una mayor biodiversidad de anfibios coinciden con las áreas que corren un riesgo más elevado: «Con más del 30 % de todas las especies de anfibios ya calificadas como amenazadas por la UICN y muchas especies raras que todavía se están descubriendo cada año, nuestros resultados ponen de manifiesto la necesidad de promover la investigación y la acción en materia de conservación para este grupo tan gravemente amenazado». Además, las altas temperaturas que se han producido en los últimos años, han provocado que las larvas no puedan llegar a completar su metamorfosis ocasionando un descenso considerable en la población anfibia y el hecho de que estos animales absorban por la piel sustancias toxicas les hace especialmente vulnerables a la contaminación del medio.
La obra de 18m. de ancho por 3,5m de alto, pintado a pincel con acrílico sobre metal, la ha realizado el equipo de Rain Forest Arte y recibe el nombre de Muro del Camaleón, pues "entre tanta selva y tantas ranas hay un camaleón escondido y sólo internándose en la espesura del mural y observando los detalles puedes descubrirlo". "Se trata no sólo de llamar la atención sino de provocar la interacción con el observante e inspirarle a descubrir los 6 terrarios que alberga, donde habitan urodelos (gallipato) y anuros (ranas y sapos)". Nos cuentan sus autores Fernando González Sitges, María Maldonado y Ana García. En él se representan 17 especies de anfibios y en los carteles que incitan a respetarlo figuran otras 2 especies.
El gallipato también conocido como ofegabous procedente de península Ibérica y norte de África, dispone de un terrario especial y los otros 5 alojan varias especies de Madagascar como la rana tomate, la rana dorada y la rana de lluvia; también podemos ver la rana veneno de flecha y el sapo partero balear que hasta hace diez años, era la especie de sapo más amenazada del planeta y que tras un plan de conservación y reintroducción ha pasado de considerarse “en peligro crítico” a “vulnerable”.
Todos los terrarios tienen plantas naturales, unas pantallas led con UV para el crecimiento y bienestar tanto de plantas como animales y un dispositivo que simula la lluvia y que se conecta varias veces al día dependiendo de la estación ya que se trata de reproducir estaciones secas y lluviosas y la temperatura de su lugar de origen.
El manejo de estas ranas, realizado por el equipo técnico de BIOPARC, es casi como el de un laboratorio ya que estas especies son muy delicadas a los cambios ambientales.
La experiencia estética al servicio de la conservación sigue siendo el signo distintivo de BIOPARC, un proyecto comprometido con la conservación de la biodiversidad del planeta.
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